Despidieron del Estado al fotógrafo que permitió identificar al gendarme que disparó a Pablo Grillo

Kaloian Santos
En un claro despido persecutorio, el gobierno echó a Santos del puesto que ocupaba desde hace 13 años en la Secretaría de Cultura. Fue quien aportó la primera foto que permitió identificar al Cabo Guerrero. Todo el repudio.
Kaloian Santos es fotoreportero. Hace 13 años trabaja en la Secretaría de Cultura de la Nación, retratando la identidad cultural del país, a través de miles de fotografías. Además trabajaba para medios periodísticos. Con ese objetivo estaba el 12 de marzo en la Plaza Congreso retratando la manifestación en apoyo a los jubilados.
A las 17:20 de ese día, sobre la calle Yrigoyen, logró captar el avance y la cacería que realizaban un pelotón de Gendarmería y otro de la Policía Federal. Kaloian fue uno de los que captó el momento en que un integrante de la Unidad 6 de la Sección de Empleo Rápido disparó una granada de gas lacrimógeno en forma horizontal contra los manifestantes y la prensa que estaba a 25 metros de la represión. Una de esas fotos permitió identificar al autor del disparo que hirió gravemente a un colega de Santos, Pablo Grillo.
La historia es conocida. El Mapa de la Policía, con el aporte de distintos cronistas entre ellos fotos de La Izquierda Diario, identificó al gendarme Guerrero como el autor.
Por eso, en el marco del brutal ajuste de Milei a miles de trabajadores y trabajadoras estatales, este caso tiene un claro contenido persecutorio. Santos es echado porque sacó esa foto y ayudó a revelar una acción criminal.
En un mensaje que difundió en las últimas horas, Kaloian cuenta que "me aseguraron que, en abril, mi contrato se renovaría automáticamente hasta diciembre. Sin embargo, el lunes pasado, 31 de marzo, Directora de Comunicación de la Secretaría de Cultura de la Nación, María José Pérez Insúa, me llamó cordialmente para anunciarme que, "desde arriba", le llegó la orden de no renovar mi contrato debido a una "reducción de personal". Curioso, ya que fue una reducción de personal personalizada, pues fui el único de toda el área de prensa desafectado de mis funciones".
Santos agrega que al sindicato (ATE) la funcionaria les confirmó que "las órdenes venían "de más arriba" y que ella no podía hacer nada, mi caso era irreversible". Y plantea lo que es evidente: "aunque no lo asuman, todo esto se debe a mis coberturas fotoperiodísticas, a que mis fotos de las marchas, los jubilados y la represión comenzaron a circular y ser compartidas. También a mi serie de dípticos "De qué lado de la mecha te encontrás". Y, puntualmente, como la gota que rebalsó el vaso, fue la foto que tomé durante la represión del 12 de marzo, cuando un gendarme disparó a Pablo Grillo. Gracias a esa foto y otras de varios colegas, el Mapa de la Policía pudo identificar al efectivo".

Desde La Izquierda Diario y Enfoque Rojo repudiamos este despido persecutorio, que es otra forma de ataque a la prensa y el derecho de informar lo que pasa en nuestro país. Exigimos la reincorporación de Santos, lo mismo que de miles de estatales que quieren dejar en la calle.
Compartimos el posteo de Cora Gamarnik sobre estos hechos.
