Remanso Valerio: un barrio con identidad propia, expectante por el Puerto de la Música

El gobernador y el intendente de Granadero Baigorria ya le comunicaron a los vecinos la posibilidad de levantar allí el megaproyecto pensado originalmente por el arquitecto brasileño Oscar Niemeyer para la zona portuaria de Rosario. Los pescadores que habitan el lugar aclararon que acompañan la iniciativa, siempre y cuando "no toquen el barrio". Radiografía y galería de imágenes de un asentamiento que se convirtió en mito
Por Federico Gayoso
En menos de 30 minutos un turista puede conectar el Monumento Nacional a la Bandera de Rosario con el "Cristo de las Redes". La estatua de 4 metros de alto que inmortalizó Jorge Fandermole en su "Oración del Remanso", una de las canciones fundamentales de la música popular Argentina.
Pese a la fama que le trajo la canción, son pocos los turistas que se acercan a conocer el Remanso Valerio, un caserío que se ubica sobre la barranca, al norte de la cabecera del puente a Victoria y en el que actualmente viven unas 350 familias, en su mayoría pescadores. A metros de allí es que la provincia se plantea construir el Puerto de la Música, una opción que genera resistencia entre arquitectos y sectores políticos de Rosario, porque quedaría fuera del ejido urbano de la ciudad ya que ese sector pertenece al municipio de Granadero Baigorria. Y que traería consigo, según la idea de la provincia, emprendimientos inmobiliarios en altura con vista al río.
Un remanso es un lugar donde el río corre más lento. Se trata de un fenómeno que se da contra la ribera y hace que, mientras el agua de la superficie aparente estar quieta, en lo profundo la corriente sigue avanzando. En este caso, la definición sirve también para hablar de los pescadores que viven en este barrio.
Un barrio con historia
Nadie sabe con precisión cuándo se creó el barrio Remanso Valerio, pero todos coinciden en que está ahí desde antes de la fundación de Granadero Baigorria, que fue en 1950. En algún momento de la historia, un pescador vio que la zona era propicia para amarrar su canoa y armó su ranchito sobre la barranca. Esa historia se repitió hasta que salió todo un barrio a la superficie.
El "Cristo pescador", como también se conoce a la imagen religiosa se ubica en uno de los puntos troncales del Remanso Valerio. A sus pies arranca una calle con pronunciada pendiente que atraviesa las zigzagueantes callecitas del barrio hasta llegar a la costa. Ese camino es el que hacen todos los días los pescadores cuando vuelven de una intensa jornada de tirar redes para ganarse el sustento diario.
"Ahora no cuesta tanto, antes esto era todo barro, ¿sabés lo que era subir con la pesca por acá?", relata Carlos, un pescador de 40 años que, como la mayoría de los habitantes del Remanso Valerio, viene de familia de pescadores nacidos y criados allí.
Si bien en algún momento se le dio por romper la tradición familiar y colgar las redes porque consiguió un trabajo en Rosario, la sangre tiró más y a los pocos meses Carlos ya estaba de nuevo arriba del bote. "Nosotros somos como los peces, podemos estar poco tiempo lejos del agua", explica entre risas.
Esa imposibilidad de cortar con el oficio familiar y alejarse del lugar donde nació es lo que define también a este barrio de pescadores que no se resigna a la hora de defender su identidad.
Ubicación estratégica
Por su ubicación estratégica, la zona del Remanso Valerio siempre despertó un gran interés inmobiliario y en más de una oportunidad los vecinos se unieron para defenderse ante rumores de posibles desalojos.
Siempre con el "Cristo de las redes" como testigo, lograron salir airosos en los 90 cuando quisieron instalar un hipermercado en la zona y también de las amenazas de echarlos del lugar cuando se planificó el puente Rosario-Victoria. "Cuando se empezó a construir nos decían que nos iban a sacar, pero un día lo inauguraron y acá seguimos nosotros", a Carlos.
ORACION DEL REMANSO
Soy de la orilla brava del agua turbia y la correntada
Que baja hermosa por su barrosa profundidad
Soy un paisano serio, soy gente del remanso Valerio
Que es donde el cielo remonta el vuelo en el Paraná
Tengo el color del río y su misma voz en mi canto sigo
El agua mansa y su suave danza en el corazón
Pero a veces oscura va turbulenta en la ciega hondura
Y se hace brillo en este cuchillo de pescador
Cristo de las redes No nos abandones
Y en los espineles Déjanos tus dones
No pienses que nos perdiste, es que la pobreza nos pone tristes
La sangre tensa y uno no piensa más que en morir
Agua del río viejo, llévate pronto este canto lejos
Que está aclarando y vamos pescando para vivir
Llevo mi sombra alerta sobre la escama del agua abierta
Y en el reposo vertiginoso del espinel
Sueño que alzo la proa y subo a la luna en la canoa
Y allí descanso, hecha un remanso mi propia piel
Calma de mis dolores, ay, Cristo de los pescadores
Dile a mi amada que está apenada esperándome
Que ando pensando en ella mientras voy vadeando las estrellas
Que el río está bravo y estoy cansado para volver
Cristo de las redes No nos abandones Y en los espineles
Déjanos tus dones
No pienses que nos perdiste, es que la pobreza nos pone tristes
La sangre tensa y uno no piensa más que en morir
Agua del río viejo, llévate pronto este canto lejos
Que está aclarando y vamos pescando para vivir
Agua del río viejo, llévate pronto este canto lejos
Que está aclarando y vamos pescando para vivir
Canción de Jorge Fandermole. -