LA BARBARIE Y LA VIOLENCIA MILEISTA

Por Alejandro Olmos Gaona
Es de sobra conocida la existencia de los inadaptados de siempre, que en cualquier manifestación se introducen para generar hechos violentos. También es conocido el viejo truco de las fuerzas policiales, enviadas por los jefes respectivos, para camuflarse como manifestantes, rompiendo, incendiando bienes públicos. El propósito es claro: JUSTIFICAR LA REPRESIÓN.
La ministra que segun Milei era una montonera pone bombas en jardines de infantes, ahora ejerce su crueldad, ejerciendo una represión indiscriminada y no tolerando que las personas puedan expresarse. Las marhas de los jubilados de lo miércoles, siempre son motivo de actos violentos, que ayer se exacerbaron por la participación de hinchas de clubes de futbol.
A través de personas respetables que conozco, se que la mayor parte de los que se manifestaron, no protagonizaron ningun hecho de violencia, pero igual fueron reprimidos por el solo hecho de estar manifestándose, algo que el gobierno no acepta, ya que pretende la sumisión y el acatamiento.
Afortunadamente hay juezas con ovarios en la Argentina que se juegan, y fue así que la Dra. Karina Andrade, resolvió la libertad de los detenidos, en un fallo ejemplar, ajustado a derecho. Solo transcribo una parte fundamental de la resolución:
Así, en palabras del destacado constitucionalista Dr. Roberto Gargarella en "... una democracia representativa, la única alternativa con la que cuentan los ciudadanos para cambiar el rumbo de las cosas es la deprotestar y quejarse frente a las autoridades. Si se socava dicha posibilidad, la democracia representativa se convierte en una oligarquía o plutocracia, es decir, la democracia llega a su fin. De allí que una democracia, aún modesta, no sólo no puede darse el lujo de perder ciertas voces críticas sino que más bien, y por el contrario, debe hacer todo lo posible por potenciar a cada una de ellas. Resulta esencial que los representantes se encuentren permanentemente al tanto de las necesidades y urgencias que afectan a la población, como forma de remediar el problema que significa no haber optado por una forma más directa de democracia, y como forma de dotar de sentido a la democracia representativa ... una democracia representativa decente no puede convivir con la exclusión sistemática de ciertas voces, y mucho menos con la marginación de voces que tienen mensajes muy importantes para transmitir".
Por lo demás, en cuanto a la libertad ambulatoria se refiere, es dable destacar que la Corte Interamericana de Derechos Humanos en el caso "Torres Millacura y otros vs. Argentina", sentencia del 26 de agosto de 2011 sostuvo que "... para los efectos del 7 de la Convención, una "demora", así sea con meros fines de identificación de la persona, constituye una privación a la libertad física de la persona y, por lo tanto, toda limitación a la misma debe ajustarse estrictamente a lo que la Convención Americana y la legislación interna establezca al efecto, siempre y cuando sea compatiblecon la Convención".
Y por ello afirmó que cualquier detención tiene que estar debidamente registrada en el documento pertinente, señalando con claridad las causas de la detención, quién la realizó, la hora de detención y la hora de su puesta en libertad, así como constancia de que se dio aviso al juez de instrucción competente, en su caso, como mínimo (considerando 76).
En este sentido, la exigencia de comunicación inmediata se anuda directamente con la garantía de libertad personal como parte inviolable de la dignidad de las personas para tornar operativa la facultad de los jueces de ejercer sus funciones judiciales, sin demoras, cuando una persona fue sometida a una medida de coerción personal sin orden judicial (arts. 13)
Ese gabinete de ministros obsecuentes, ya puso el grito en el cielo. Francos el primero, y luego Cuneo Libarona, pretendiendo enjuiciar a la jueza por cumplir con su deber. No creo que ningún tribunal se atreva a hacerlo por la impecable fundamentación juridica de su decisión.
Finalmente, de un violento como Milei, no se puede esperar el respeto a las libertades públicas. Solo admite obsecuentes, legisladores dóciles a su exigencias, cobardes de diverso pelaje, trolls asalariados, que divulgan sus penosos conceptos, y un conjunto de funcionarios serviles que hoy trabajan para él como en otro momento lo hicieron para otros.