MUJERES ABORÍGENES II
SEGUNDA PARTE
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La HISTORIA DE AIME PAINE (MAPUCHE) Y PALABRAS DE MARIA INES CANUHÉ (RANQUEL)
Por Estela Casado y Mirtha Susana Rodríguez
Continuando con la visibilización de las mujeres indígenas de Pampa y de la Patagonia hoy escribimos sobre los diferentes testimonios; como sabemos además de querer borrar la presencia de sobrevivientes de la población indígena, suprimiéndoles el nombre para clasificarlos como nativos argentinos en los bautismos y recuentos censales, desvalorizándolos en las prácticas culturales, además fueron demonizados y en el caso de las mujeres, degradadas a la condición servil que se asociaba a la falta de educación propia del colectivo indígena ya que pocos podían leer y escribir, sumado a la necesidad de abandonar u ocultar sus creencias ante la imposición de la religión cristiana.
En esta ocasión, les presentamos las historias de Aimé Painé - mapuche - y la de María Ines Canuhé - ranquel.
Comenzaremos con la historia de una niña indígena trasplantada a un colegio religioso, quien más tarde fuera adoptada y recibiera esmerada educación musical, AIMÉ PAINÉ, que significa "atardecer rojizo" y que muchos de Uds. conocerán por su trayectoria artística. Ella relata el estigma sufrido asociado a su origen.
Su madre, hija de tehuelches, abandonó a su esposo mapuche - Segundo Painé - y a todos sus hijos (7). Aimé a los 3 años, fue separada de su comunidad porque su padre en la necesidad de trabajar no podía hacerse cargo de tantos niños. Fue enviada a un orfanato-colegio de monjas y cuenta lo siguiente:
"Durante los primeros años de mi vida sufrí mucho, las monjas tenían la idea de que ser india era algo así como un pecado original. Toda la educación estaba orientada a corregir y a reprimir a la niña mapuche que habitaba en mi interior"
¿Puede alguien imaginar el INFIERNO que debe surcar un niño al que diariamente le machacan que su pueblo es de bárbaros, salvajes y asesinos?
En el diario la Nueva Provincia del 28-11-1982 dice:
"Para mi tristeza por ejemplo, iba leyendo las cosas terribles que habían hecho mis abuelos y no fue en uno, fue en muchos libros que decían lo salvaje y cruel que era el indio. Me empecé a preguntar si yo pertenecía a ese grupo de gente y si realmente era así. ¡Cómo era posible que tuviera entonces tanta sensibilidad si escuchaba a la monja tocar a Bach en el armonio del colegio y lloraba"?
Comencé a preguntarme si tengo sensibilidad y llevo apellido indio. ¿Tengo que ver con la historia que leo? Me atormentaba pensando: ¿Seré mala cuando siga creciendo? Yo ya era rebelde no creí esas historias y fui a buscar a mi gente y descubrí un mundo maravilloso".
Aimé, siguió estudiando música y perfeccionó su técnica vocal, -previo concurso- entra en el Coro Polifónico Nacional,en el que cantó durante 5 años.
Continúa:
"Me detengo a reflexionar y comprendo que además de la magnífica música que interpretaba, era esa experiencia de cantar en grupo, yo, que siempre me había sentido tan sola, tan rechazada y tan desgraciadamente distinta", sin embargo me llamaba la atención la ausencia de música de los pueblos originarios en el repertorio; supe del profesor CASAMIQUELA que había recuperado por muchos años cantos Sagrados y decidí contactarlo."
Gracias a la música y a su talento para el canto pudo retomar sus raíces logrando revertir el proceso de aculturación destinado a producir hombres de ropa occidental, pero gravemente afectados en su identidad. Los sobrevivientes sufrieron el desarraigo de su espacio y de sus vínculos.
Esta es la historia de una niña Mapuche, que logró revertir su situación, que logró incorporarse a la nueva sociedad que le habían impuesto.
MARIA INES CANUHÉ - Ranquel - lonko de la comunidad Willi-Antü y referente nacional de un grupo, delCEAPI - Consejo Educativo Autónomo de Pueblos Indígenas
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Sobre el rol de la mujer ranquel:
Es difícil , porque yo en realidad siempre fui muy mari-macho, entonces nunca me ataron -digamos- los condicionamientos sociales. Si esta persona lo puede hacer, yo también puedo, sea hombre o mujer. Las personas que me conocen lo saben, porque puedo desde cambiar una rueda de auto hasta revocar una pared o amamantar a mis niños.
Para mí no significó una diferencia ser mujer, si bien me he dado cuenta de que en muchos casos, incluso mi padre tenía una perspectiva de género muy marcada, había cosas que le permitía a mis hermanos y que a mí no; pero bueno, yo siempre fui rebelde desde muy pequeña y siempre terminé saliéndome con la mía, como que se cansaron de retarme y al final los convencía.
Pero en general yo creo que la mujer ranquel tuvo un rol tan importante, como que hoy yo pueda estar aquí hablando con ustedes; en que hoy pueda estar hablando de mi cultura, porque la mujer ranquel fue la que conservó todo el acerbo cultural escondido porque no se podía hablar, si bien muchas veces educó a sus hijos para que no sufran en esta sociedad en la que estaban insertos. No le quedaba más remedio que vivir, los educó con otra lengua, con otra perspectiva, no diciéndoles que eran descendientes de ranqueles en muchos casos.
En el fondo la mujer mantuvo el conocimiento oculto y fue pasado en secreto a las futuras generaciones, y la mujer sobretodo de lo que yo llamo el Oeste profundo, que vivía más alejada de todo lo que tiene que ver con la urbanidad, es la que pudo mantener estos rasgos culturales activos en el núcleo familiar, como era la artesanía, los telares, el hablar en lengua a sus hijos, porque ustedes tienen que pensar que hace 140 años atrás, después de que terminó la conquista y el genocidio que se produjo sobre nuestro pueblo, los ranchos de los paisanos eran visitados por Juez y Policía para ver si sus hijos hablaban en lengua, porque estaban amenazadas las mujeres sobre todo, de que si les enseñaban a sus hijos a hablar en lengua materna o les iban a cortar la lengua o se los iban a sacar y dárselos a una familia cristiana para que los eduque como corresponde.
Entonces a ninguna madre le gusta que le quiten sus hijos, ese proceso ya lo habían vivido durante el genocidio, cuando a todas las mujeres que fueron capturadas se las separó de sus hijos, incluso se separó a los hermanos entre si, muchos no pudieron volver a encontrarse nunca, no volvían a verse. El destino al que los enviaban a veces era muy cruel, siempre era la servidumbre, la esclavitud.
Las niñas sufrieron procesos sumamente crueles en todo lo que es el ámbito de la violencia de género, que encima era una violencia de género racista; o sea cuando había una "chinita" en la estancia que era llevada para servidumbre, obviamente que el patrón y los hijos del patrón abusaban totalmente de ella porque era algo común, es como que se creían que tenían derecho ellos o mejor dicho, la persona que tenían en servidumbre, la mujer, la niña, en muchos casos no tenía derechos, no podía quejarse, era normal que sirviera para estas cosas por eso muchas de nuestras niñas, nuestras jóvenes volvían.
Esto siguió pasando igual después de la conquista, cuando las niñas salían del campo, porque no daba el campo para vivir a todos, -sobre todo cuando cortaron el río- (habla del Río Atuel), iban a trabajar a las casas de familia y volvían para PARIR a los hijos que habían engendrado de sus patrones. Parían esos hijos, para dejarlos con sus madres -abuelas- y volvían a trabajar porque tenían que sobrevivir e incluso mandar dinero a su familia.
La Mujer Ranquel ha atravesado procesos muy, muy cruentos y sin embargo en silencio, muy escondidamente mantuvo lo que hoy nos hace ser ranqueles nuevamente: ese pedacito de cultura, de identidad que pudimos rescatar a pesar de todo el maltrato y de todo el genocidio se lo debemos a ellas, esas heroínas silenciosas que hoy no figuran en ningún libro de historia, porque si no fuera por ellas, nosotros hoy no estaríamos acá plantándonos como ranqueles y queriendo fortalecer nuestra identidad. Todo esto es cieerto y no estoy contando ni la mitad de las cosas que sucedieron.
Sobre las prácticas "del chineo", sobre todo en el norte:
Hay que proteger a esa víctimas, dónde hay indefensión de la mujer suceden estas cosas; hay mujeres que hoy hemos logrado empoderarnos, mujeres que ya ven, saben y conocen sus derechos, tienen otra defensa sobre todo de parte de sus familiares.
Tengo noticias de que hasta hace muy pocos años atrás, -estoy hablando de 20-30- era una práctica frecuente en los pueblos, de repente la mujer que quedaba sola por cualquier circunstancia, incluso la mujer casada, cuando su marido se iba a trabajar al campo, se juntaban en el pueblo 3 ó 4 vecinos sabiendo que esa mujer estaba en estado de indefensión, e iban a la casa y la violaban. Era algo hasta aceptado o soportado socialmente, porque claro, que podía decir después la mujer sabiendo que podían volver a hacerlo en cualquier momento, es terrible.
En el Norte no quiero ni pensar, porque en el Norte la situación de indefensión que tienen las comunidades, no sólo las mujeres, las comunidades en sí y las mujeres por supuesto, es terrible. Se de comunidades, en donde los propios intendentes envenenan los pozos de agua para que no tengan para tomar y se tengan que ir de los campos. Entonces van, los ocupan y los alambran, les envenenan y les golpean, meten presos a los niños, les violan a las mujeres sistemáticamente. No es algo que ha dejado de pasar.
En el Norte hay lugares en donde se vive como hace 150 años atrás, es terrible. Aquí yo veo que hay más visibilización de la problemática de la mujer y que en La Pampa, nosotros, creo que el pueblo Ranquel ha avanzado muchísimo en lo que es recuperación de derechos, el sentirnos más comunicados y protegidos por la propia comunidad y éstas en sí mismas.
Tenemos diálogo con el Estado, con el Gobierno y hacemos valer nuestros derechos; pero en el Norte si te envenenan el agua para subsistencia en tu comunidad, eso ya te está diciendo todo; a veces no los atienden en los Hospitales, esas son las noticias que a mí me llegan. Estas noticias que me llegan a mí son terribles y siempre tienen que ver con la indefensión. Si esa mujer va a la policía, no le van a tomar la denuncia, y hasta es posible que la terminen violando en la Comisaría también.
¿Entonces que puede hacer, incluso una niña en esa circunstancia? La prensa se entera cuando una niña de 11 años va embarazada al Hospital a parir, y ahí dicen: ¡¡QUE SALVAJISMO!!, ¿QUIÉN HIZO ESTO? Pero antes no llegan las noticias.
El abuso es algo que está muy escondido y que no está solamente en la sociedad indígena, en toda la sociedad se vive esa situación de abuso, en muchas casas que uno ni se imaginaría y sin embargo sucede, no sólo el abuso sexual, sino el abuso físico contra los niños. Creo que es una problemática que toda la sociedad está viviendo y que tiene que ver con "noestar bien", con "no estar equilibrados" con nosotros mismos, y que tiene que ver con "no estar equilibrados con las energías de la naturaleza", tiene que ver con "sentirnos mal" y tener que descargar nuestra "IRA" con la persona más débil que tenemos cerca.
Creo que tenemos que "curarnos" nosotros mismos para no producir esta situación, también tiene que ver mucho cómo afectó a cada familia socialmente, cómo está de dañada esa familia; esto no es exclusivo de las familias ranqueles. Pasa en todas partes, también hay familias que gracias a Dios, a Sunchú o a Butachau, a las que se les habla mucho, creo que acá está la cura, lo que uno puede hacer, sobre todo las madres, poder hablar con sus hijas y decirles que cualquier situación que sufran de abuso vamos a creerles a ellas y vamos a estar de parte de ellas, porque muchas veces las niñas no denuncian una situación de abuso porque tienen miedo de que su madre se ponga en contra de ella porque se siente culpable de lo que sucede; todos los niños se sienten culpables.
Entonces muchas veces tiene que ver con esa confianza que la madre le dé y en su ámbito familiar, poderles hablar de antemano. Explicales que a una niña o un niño no le puede pasar tal cosa de parte de los adultos o el quien sea, que nadie puede hacer alguna cosa que ellos/ellas no quieran que hagan en su cuerpo, y si les pasara, entonces saber que inmediatamente deben contarlo y que le vamos a creer.
Eso es lo fundamental que se debe hablar con un niño, cualquier niño y en cualquier situación, muchas veces la situación de abuso vienen de la propia familia, muchas veces de una amistad cercana, de un vecino, del padre de alguna amiguita, nuca se sabe por dónde se puede producir esta situación y se debe preparar a los niños así como los prepara cuando deben cruzar la calle, mirar semáforo. Debería ser normal que en todas las familias se hable con los niños para prevenirlos de las situaciones de abuso.
Por ultimo, mi mensaje es que la mujer genera y crea, es creadora como dijo mi hermana Diana Oliva, es creadora de vida y tiene que ver con esa energía, que las mujeres hemos tomado la bandera de nuestra cultura, de nuestra identidad y nos hemos propuesto fortalecerla. Con respecto a la educación se que queda mucho por hacer, creo que la educación intercultural bilingüe debe darse de forma transversal en todas las escuelas del territorio ancestral ranquel, contando quiénes éramos, porque nos fuimos, quienes estuvimos antes en este territorio, es como si en Italia no estudiaran a los Etruscos, es decir, el pueblo originario del territorio. En todas las escuelas se debe hablar y conocer la cultura ranquel y valorarla sea o no sea una escuela de matrícula indígena aunque está presente en mayor o menor medida, en casi todas las escuelas de la provincia de La Pampa.
Bibliografia:
EXTRAIDO DEL LIBRO "NOS VIENE A LA CABEZA" DE ANA MARTÍN.
También sobre una extracción de las entrevistas realizadas por Judith Molini y Erika Salabardo realizado por el Ministerio de Educación.
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