CARRERA MUNDIAL PARA VER QUIÉN ALBERGARÁ EL PRÓXIMO DESASTRE NUCLEAR

15.04.2025
"Roentgern Equivalent Man", de Adamo Dimitriadis.
"Roentgern Equivalent Man", de Adamo Dimitriadis.

Como siempre, Estados Unidos está decidido a liderar la corrida. El 18 de junio de 2024, el Senado aprobó la llamada Ley ADVANCE, que destina miles de millones de dólares de los contribuyentes a la forma de energía más cara, ineficiente y tóxica jamás concebida.

Por Juan Vernieri

37 000 millones de dólares de subsidios federales para la central nuclear de Vogtle, los contribuyentes saben lo que significa, saben que les esperan ganancias récord para las compañías eléctricas y facturas de electricidad desorbitadas para ellos.

Los generosos subsidios federales bajo los últimos cuatro presidentes y una grandiosa campaña de relaciones públicas en nombre del "renacimiento nuclear", no han logrado revertir décadas de declive de la energía nuclear.

No es de sorprenderse: se trata de una tecnología obsoleta, peligrosa y financieramente insostenible que ningún inversor privado ni compañía de seguros querrá aprovechar.

Pero ahora, como los Cuatro Jinetes del Apocalipsis, el capitalismo del desastre llega al rescate. Un inusual consenso bipartidista aclama la "energía nuclear limpia y segura" como la respuesta al cambio climático.

La Ley ADVANCE, sancionada hace poco, con la oposición de solo dos legisladores, es un importante aporte para triunfar en la carrera, cumple con todos los deseos de la industria nuclear.

Decir que la energía nuclear es "limpia" y "segura" sería ridículo si no fuera un chiste macabro.

La contaminación radiactiva está en todas las etapas, desde la cancerígena extracción de uranio hasta las emisiones rutinarias de radionucleidos en cada reactor en funcionamiento, pasando por la creciente acumulación de residuos radiactivos.

Dicen que para eliminar los residuos de alta radiactividad hay que enterrarlos. "Eliminación" es un eufemismo; los residuos seguirán siendo letales durante decenas de miles de años, más que toda la historia de la civilización, sin ninguna opción de almacenamiento seguro a la vista.

Esperar que la energía nuclear ayude a frenar el calentamiento global es igualmente engañoso. Los dos nuevos reactores en Vogtle, Georgia, los primeros del país desde el accidente del reactor de Three Mile Island en 1979, tardaron 15 años en construirse, el doble de la estimación original.

Habría que construir 1400 más en diez años para tener un impacto notable en el ritmo del cambio climático. El desarrollo de tecnologías no probadas, como los pequeños reactores nucleares modulares, tardará décadas más.

La Ley ADVANCE allana el camino eliminando las barreras regulatorias, transformando esencialmente a la Comisión Reguladora Nuclear (NRC) de un organismo de control de seguridad, a un impulsor de la industria. Restringe el proceso de licencias, rebaja los estándares de salud y seguridad, y promueve la exportación de tecnología nuclear. Estados Unidos ahora puede competir con Rusia y China para expandir "fábricas de residuos nucleares" como Vogtle por todo el mundo.

La NRC siempre ha obstaculizado seriamente la industria que debe regular. La nueva legislación surge en medio de una campaña nacional para extender la concesión de licencias a los reactores nucleares de su vida útil estimada de 40 años a 60, 80 e incluso 100 años, a pesar de la demostrada tendencia de la radiactividad a "fragilizar" el hormigón y los metales protectores de la radiación.

Aunque la cobertura mediática de la Ley ADVANCE fue en gran medida desinformada, varios medios citaron una declaración de Ed Lyman, de la Unión de Científicos Preocupados: "No se equivoquen: no se trata de hacer más eficiente el proceso de licenciamiento de reactores, sino de debilitar la supervisión de la seguridad y la protección en general, un objetivo de larga data de la industria".

No hay duda, la Ley será un poderoso motor para ganar la carrera.

Fuente:

https://antinuclearmara.blogspot.com/2025/04/carrera-mundial-para-ver-quien.html