Los rápidos cambios de Trump en el gobierno de EE.UU. sorprenden a los trabajadores federales
WASHINGTON, 24 ene (Reuters) - El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y su equipo han actuado con una velocidad sorprendente para comenzar a remover o marginar a cientos de empleados del Gobierno, al tiempo que ha buscado darse el poder de despedir a cientos de miles más.
El presidente republicano lleva menos de una semana en el cargo, pero la bola de demolición que ya ha lanzado sobre sectores del gobierno estadounidense ha provocado una onda expansiva en gran parte de la burocracia federal del país.
En el Consejo de Seguridad Nacional, 160 miembros del personal fueron enviados a casa. Unos 20 abogados de carrera de alto rango del Departamento de Justicia fueron reasignados . Los jefes de la Guardia Costera de Estados Unidos y de la Administración de Seguridad del Transporte fueron despedidos junto con otros funcionarios.
Las oficinas gubernamentales enfocadas en la diversidad de la fuerza laboral están siendo cerradas permanentemente, el personal está en licencia, mientras que una serie de órdenes ejecutivas que revocan la política de la administración Biden han dejado a muchos funcionarios inciertos sobre su futuro, con su mandato borrado por un trazo contundente del marcador Sharpie característico de Trump.
Trump dijo el martes que también planea despedir a más de 1.000 funcionarios designados por su predecesor demócrata Joe Biden.
La Casa Blanca no respondió a una solicitud de comentarios sobre las preocupaciones de los trabajadores del gobierno.
Durante su campaña electoral presidencial, Trump prometió frecuentemente reducir el tamaño del gobierno y librarlo de burócratas considerados insuficientemente leales a su agenda política.
Aun así, la velocidad de las medidas rápidas y coordinadas de Trump contra los trabajadores de una serie de agencias gubernamentales sorprendió a los empleados federales en Washington e incluso a los sindicatos del sector público que habían pasado meses anticipando la llegada de Trump.
"Mucha gente no esperaba que actuara con tanta amplitud de miras", dijo Don Quinn, un abogado laboral que representa a empleados federales. "Por eso, definitivamente hay una sensación de incredulidad. Hay miedo: la gente está preocupada por su sustento, la gente está preocupada por sus familias".
Steve Lenkart, director ejecutivo de la Federación Nacional de Empleados Federales, se enfrentó a una reacción similar cuando se dirigió a un grupo de 30 empleados federales en una clase que impartía el jueves. "Fue un silencio estupefacto", dijo Lenkart, cuyo sindicato representa a 110.000 trabajadores. "Todos están en ascuas".
Lenkart señaló agencias menos conocidas, como la TSA, donde generalmente pasan meses antes de que una nueva administración se decida a reemplazar al liderazgo, que fueron atacadas en el primer día completo de Trump en el cargo el martes.
OFICINAS DE DIVERSIDAD CERRADAS
La comandante de la Guardia Costera, almirante Linda Lee Fagan, la primera mujer líder uniformada de una rama de las fuerzas armadas, fue removida en parte por lo que un funcionario del Departamento de Seguridad Nacional dijo que era su enfoque excesivo en políticas de diversidad, equidad e inclusión.
En un memorando publicado el martes, la administración Trump dijo que todo el personal de la oficina federal DEI sería puesto en licencia paga a partir de las 5 p. m. del miércoles, porque sus oficinas iban a cerrar.
El viernes se pidió a los jefes de agencias federales que identificaran a los empleados que se encuentran en período de prueba o que han trabajado menos de dos años. Es más fácil despedir a esos empleados. Trump también emitió una congelación de las contrataciones federales, excepto para empleos militares, de control de inmigración, seguridad nacional y seguridad pública.
El miércoles, durante una breve llamada telefónica, se les dijo a los 160 miembros del personal del Consejo de Seguridad Nacional que entregaran sus dispositivos y credenciales y regresaran a sus hogares, dijo un ex funcionario del NSC. Eran personas enviadas a la agencia desde el Departamento de Estado, el Pentágono y otras partes del gobierno estadounidense.
"Fue una sorpresa y un shock para la gente", dijo otro ex funcionario que habló con ex colegas que estuvieron en la llamada.
Otro ex miembro del personal del NSC dijo que, si bien no se explicó en detalle en la llamada, se asumió ampliamente que la nueva administración cree que el NSC alberga a muchos que considera parte de lo que Trump llama el "estado profundo", cuya lealtad hacia él ha sido cuestionada.
CIENTOS DE MILES PODRÍAN SER DESPEDIDOS
Trump firmó esta semana una orden ejecutiva que facilitaría el despido de trabajadores federales al reclasificar su estatus laboral, una orden que preocupa especialmente a estos empleados.
El Sindicato Nacional de Empleados del Tesoro, que representa a 150.000 empleados en 37 agencias y departamentos federales, demandó a Trump y otros funcionarios de la administración el lunes en el tribunal federal de distrito del Distrito de Columbia, buscando bloquear la orden.
El sindicato argumenta en la demanda que la orden aplica erróneamente las normas de empleo para nombramientos políticos al personal de carrera.
La gran mayoría de los más de 2,2 millones de empleados del gobierno federal son funcionarios de carrera que son contratados por mérito y prestan servicios al gobierno en su conjunto. Los puestos de servicio público no terminan al final de una administración y los funcionarios públicos solo pueden ser despedidos por causa justificada.
La orden de Trump crea una categoría nueva, mucho más grande, de empleados federales llamada "Política de Horario/Carrera" que no tendría las protecciones típicas de las que gozan los funcionarios públicos y pueden ser despedidos a voluntad.
Al considerar a cualquier persona involucrada en "políticas" como parte de esta nueva categoría, el grupo de personas que potencialmente podrían ser despedidas se expande enormemente, porque casi todos en el gobierno tienen contacto con las políticas de una manera u otra, dijo Don Moynihan, profesor de la Escuela Ford de Políticas Públicas de la Universidad de Michigan.
Trump ordenó la reclasificación de muchos empleados del gobierno al final de su primer mandato, conocida como Schedule F, que Biden anuló en su primer día en el cargo en 2021. Se estimaba entonces que el Schedule F podría hacer que al menos 50.000 empleados federales fueran vulnerables a ser despedidos.
La nueva orden es lo suficientemente amplia como para que cientos de miles de personas puedan ser reclasificadas, dijo Moynihan, antes de que comiencen los despidos.
Everett Kelley, presidente nacional de la Federación Estadounidense de Empleados del Gobierno (el sindicato de empleados federales más grande que representa a 800.000 trabajadores del gobierno federal y del Distrito de Columbia) dijo que los miembros están preocupados.
"Los miembros que he escuchado están ansiosos e inseguros sobre lo que depara el futuro para su empleo y sus familias", dijo Kelley.
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