Los gremios no esperan buenas nuevas luego del acuerdo con el Fondo

14.04.2025

El devenir de las consecuencias por el acuerdo con el FMI y las exigencias del mismo para aplicar sin demora por la gestión de Javier Milei dan el talle de las luces de alerta que manifiestan los foros de economistas y profesionales del mundo sindical desde hace semanas.

No solo en base a los tópicos de salarios y precios que avalaron las razones del paro de la CGT o la incertidumbre de la potencia real de la devaluación inminente, argumentan que el salario real será otra vez víctima de un nuevo ajuste. Tanto el Centro de Investigación y Formación (Cifra) de la CTA de los Trabajadores como el Foro Economía y Trabajo (FEYT) remarcaron su análisis crítico, e incluso el paper "La lupa sobre el paro" de la consultora C-P, que este diario publicó antes de la huelga nacional, lo certifican.

Los analistas del Cifra Pablo Manzanelli y Leandro Amoretti del Cifra señalaron que desde la "valorización financiera" de la gestión Milei, el capítulo internacional de esa saga y otros elementos no menores, la resultante es que "empeora la situación de la economía argentina".

Completan el panorama los datos duros sobre ajustes en empresas de las últimas semanas, los cuales van desde 1.200 puestos de trabajo perdidos, sin contar las suspensiones acordadas en rubros industriales, la negociación de retiros voluntarios y el achique del Estado que se detona con la no renovación de contratos o cesantías.

Saluden al salario real, que se va", graficó vía X Luis Campos, titular del Instituto de Estudios y Formación de la CTA Autónoma, tras los anuncios del viernes.

El último reporte de Cifra realzó que toda variable de incipiente recuperación económica nacional en la era libertaria tiene lugar "en un contexto de recomposición salarial heterogénea". Detallan en tal sentido que luego de la devaluación de diciembre de 2023, con foco en el sector privado, el salario promedio recién tuvo en noviembre de 2024 la energía del año anterior y en enero de 2025 la superó en 0,7%.

Pensando en precios reales, el foro analítico de la CTA considera por estas horas que el cálculo del poder de compra puede realizarse considerando un índice de precios modificado, el "IPC reponderado". Y acotan que "se busca con este cálculo alternativo que se basa en los ponderadores de una canasta de consumo más cercana" a los valores reales en góndolas o comercios.

Como en la ecuación de la CGT para denunciar sueldos a la baja a la par de precios liberados, el Cifra concluye que las erogaciones "reales" de los hogares de los trabajadores superan los números que define el Indec.

Para graficar los trazos del reporte, pero ya en puestos de trabajo y los rubros más castigados por el actual plan económico, desde el Cifra hicieron hincapié en el sector fabril, con la reseña en base a datos oficiales y proyecciones. La dinámica del empleo muestra que tras la caída del primer semestre, cuando la cantidad de ocupados se había reducido en casi 240.000, se tendió a recuperar sumando 87.000 personas ocupadas en el cuarto trimestre de 2024 respecto a igual período del año anterior. Desde el punto de vista de la tasa de empleo ello se reflejó en un descenso del 45,8% en el cuarto trimestre de 2023 al 45,7% en el mismo período de 2024.

"Desde el punto de vista sectorial resulta interesante advertir la fuerte caída del empleo industrial en el marco del proceso de desindustrialización, que no se detiene sino que se profundiza en el segundo semestre de 2024. Así, la reducción alcanza a 195.000 obreros industriales".

Por su parte el Foro de Economía y Trabajo (FEYT) manifestó que en la actual coyuntura es indispensable cambiar formas "con una distribución inclusiva y positiva del empleo, condiciones de trabajo que superen las consecuencias negativas de la disrupción tecnológica que vivimos, para mejorar la productividad de la economía nacional, su sustentabilidad y capacidad de adaptarse a los cambios por venir."

En esa gama el FEYT reclama un debate abierto para un programa federal de industrialización que debe ser perfeccionado y remarca. "No podemos correr el riesgo de quedarnos en la manifestación de buenas intenciones y punteos programáticos ideales, para luego acudir a la política del parche sujeta a influencias que no responden al interés común".