EL SENTIDO DE LA VIDA ESTA EN LOS SUEÑOS Y NO EN LAS PESADILLAS

28.12.2024

Por Carlos Del Frade

La navidad del 2024 va a encontrar al pueblo de la provincia de Santa Fe, de la ciudad de Rosario y de la Argentina en general, sumida en la necesidad de creer en una especie de nacimiento, de una plenitud, que por ahora está concentrada en muy pocas personas tal como está pasando hoy con la riqueza y con las expectativas de un futuro.

Alguna vez un gran filósofo español Daniel Innerarity comenzó a afirmar que así como hay una pésima distribución de los ingresos hay una pésima distribución del futuro. El futuro cuesta ser imaginado para grandes cantidades de personas, lo que genera entre otras cosas, la imposibilidad de tener un presente con dignidad porque no tiene manera de imaginar un mañana mejor.

Entre esta situación, lo que queda claro para el año 2025, es que se avecina un presupuesto en donde nuevamente aparecen los recortes en cosas básicas como en educación y salud, eso va a determinar muchísimos problemas especialmente en el campo de salud mental. Hay datos muy concretos de lo que significó el aumento del crecimiento de la demanda en salud mental en la ciudad de Rosario, Santa Fe y Argentina y eso está muy vinculado a la precarización laboral.

En el último informe laboral queda claro que 6 de cada 10 trabajadores informales están por debajo de la línea de la pobreza e incluso, trabajadores formales también lo están, lo cual es algo tristemente inédito en la historia económica y política de la Argentina.

En este panorama, la metáfora de la navidad, del nacimiento de algo distinto y de la esperanza tendrá que ser cuidado, y por otro lado democratizada, lo cual va a hacer un gran desafío político para todas aquellas fuerzas sociales y por supuesto también, políticas que intenten democratizar la felicidad de la Argentina.

No va a ser sencillo ni mucho menos ya que antes de terminar este año 2024 el gobierno de Milei ha sacado un decreto por el cual ha puesto al ejército a disposición del poder ejecutivo como si fuera una policía nacional, que es el viejo proyecto que EE.UU generó para América del Sur después de lo que fue la doctrina de seguridad nacional que produjo los genocidios, los terrorismos de estado, las dictaduras militares en los años 70 con un saldo que todavía hoy se está juzgando en determinados lugares de América Latina y también en Argentina.

A esa doctrina de seguridad nacional le siguió la doctrina de seguridad continental a partir de los años 90, en donde el terrorista político era desplazado en la imaginación de los EE.UU para los ejércitos latinoamericanos en la idea de combatir al narco terrorismo. Eso hoy, es algo muy presente en la política argentina y por supuesto también en la política de Santa Fe y en la política también de la ciudad de Rosario.

El decreto que firmó el presidente Javier Milei, además, acompañado por una ministra de seguridad que realmente está presentando momentos muy difíciles de pensar, porque genera, muchos hechos de propaganda, como la inauguración de una cárcel de Coronda trayendo más de 100 presos de Buenos Aires sin ningún tipo de sentido, para una cárcel que con suerte, se va a inaugurar en abril de 2025.

Esto está hablando de un desquicio en la estructura de la comunicación política, pero evidentemente, respondiendo más a las necesidades internas de quienes son los verdaderos mandantes hoy del gobierno nacional, y que es el interés especialmente de los EE.UU. Con la pronta asunción de Trump da la sensación que se va a llevar adelante esto que ha dispuesto también el presidente, que es una zona de libre comercio con los EE.UU en donde cuesta creer que tipo de igualdad va a tener un pequeño comerciante de Rosario con algún comerciante estadounidense que ha decidido exportar su producción a la Argentina.

Por eso creemos que en esta Navidad la idea de la esperanza es imprescindible, pero al mismo tiempo, habrá que tomar en cuenta que va a ser muy difícil de defender, de esparcir, de democratizar, porque los tiempos que se vienen son de mayor profundidad, de un plan político económico de concentración y extranjerización de riquezas, y al mismo tiempo con la excusa de combatir el narcotráfico, de control social y posiblemente persecución ideológica que es lo que se está viendo.

Asimismo, es fundamental decir que hay que ser protagonista de la historia, porque la pesadilla de unos pocos no puede generar la angustia de las grandes mayorías. Habrá que seguir peleando, habrá que seguir descubriendo que el sentido de la vida está en los sueños y no en las pesadillas