LAURA JORDÁN ARANA DE CONTE MC DONELL

30.12.2024

NACIÓ EN BUENOS AIRES HACE 93 AÑOS, Y MURIÓ EL SÁBADO EN BUENOS AIRES, DESPUÉS DE LA LUCHA DE TODA UNA VIDA.

Por Alejandro Olmos Gaona

Era hija de Alberto Jordán Pla y de Laura Arana Galindez.

Se recibió de psicoanalista en la Universidad de Buenos Aires, y su trayectoria profesional cambió totalmente cuando el secuestro y desaparición de su hijo Augusto María, que había trabajado en el PAMI y cumplía el servicio militar, en la base aeronaval Punta Indio (Buenos Aires), en un operativo ilegal de detención y posterior desaparición forzada. Tenía 21 años y es uno de los casos incluido en causa judicial en la que se investigaron, probaron y condenaron delitos de lesa humanidad. Sentencia dictada por la Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional Federal, en Causa Nº 13/84 (Causa 13), diciembre de 1985.

Eso la convirtió en una activista y defensora de los derechos humanos, siendo una de las fundadoras del Centro de Estudios Legales y Sociales, e integrante hasta su último día de vida de las Madres de Plaza de Mayo- Línea Fundadora.

Fue miembro de la Comisión Provincial por la Memoria, y una persona dedicada profesionalmente a todos los afectados por la desaparición de sus familiares, durante la dictadura criminal que asoló a nuestro país, causando una tragedia sin antecedentes en nuestra historia.

En uno de los tantos textos donde se la ha recordado se dice que en su rol como psicoanalista, Laura Jordán adaptó herramientas de su disciplina para abordar el trauma de las víctimas y familiares del terrorismo de Estado. Desde el CELS, creó un espacio de contención psicológica que buscaba reparar, en lo posible, el daño causado por las políticas represivas de la dictadura.

"Durante la dictadura hacía citas y convertía su auto o un bar en el consultorio psicoanalítico de personas que estaban clandestinas. Fuera de su auto, creó el área de Salud Mental del CELS para acompañar a familiares y víctimas del terrorismo de Estado.

Participó de los flamantes Encuentros Nacionales de Mujeres y se puso al frente, junto a otras, con su pañuelo blanco en la cabeza, en las primeras marchas del orgullo para evitar la represión policial"

Sus colegas del CELS destacaron su inteligencia, sensibilidad y compromiso incansable: "Laura tenía las herramientas del psicoanálisis y claridad política. Eso llevó con ella al encuentro con la Línea Fundadora de Madres de Plaza de Mayo y al CELS. Laura, que buscaba a su hijo, se encontró con los años con jóvenes que habían sido robados y comenzaban a recuperar su identidad. Se encontró con realidades para las que no había marco teórico. Para acompañar esas existencias de infancias, adolescencias y juventudes, tuvo que inventar herramientas psicoanalíticas y adaptar la técnica para momentos traumáticos. Siempre privilegió al paciente. También vio que lo personal es político y que la identidad no es un derecho personal o familiar, sino un derecho de la sociedad".

La Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires, la distinguió como personalidad destacada en la lucha por los derechos humanos.

Además de la lucha por ubicar a su hijo desaparecido y a tantos otros, su calidad humana y sensibilidad, la hizo vincularse con todos aquellos que habían sufrido las consecuencias de esa época trágica asistiéndolos, para de alguna manera darles herramientas que fueran útiles para compensar lo que vivieran

Nunca se adscribió a ningún partido político, ni fue parte de los sectarismos ocasionales que utilizaron la lucha por los derechos humanos para beneficiarse políticamente. Lo suyo fue una militancia límpida y transparente, que si bien estuvo generada por el dolor de la pérdida de su hijo, no se limitó al ámbito familiar, convirtiéndose en una incansable trabajadora por la memoria, la verdad y la justicia.

Su sensibilidad, su inteligencia y el modo de tratar todos los que recurrían a ella, hicieran que siempre fuera valorada por todos aquellos que la conocimos.

El ejemplo de una gran mujer.