RESISTIR EN COLECTIVO Y DEFENDER SU CARACTER POPULAR

18.01.2025

Contra los despidos y el plan sistemático de pulverización de el sistema público de salud.

En pleno verano el gobierno arremete con una ola de despidos y cierre de direcciones y programas vinculados a las políticas de cuidado. Se anuncian 1400 despidos en el Ministerio de Salud, se concretan 200 en el Hospital Laura Bonaparte, se cierran los programas de VIH SIDA, Tuberculosis, Lepra y Hepatitis y se eliminan 15 direcciones de esa cartera.

Tambien se suma el despido de 121 trabajadores del Hospital nacional Baldomero Sommer, y la amenaza de 280 despidos más.

No se trata solo del Sommer, sino que se va a resentir todo el sistema de salud y va a afectar a los Hospitales zonales en el oeste del conurbano bonaerense.

El sentido de esta ofensiva no supone solamente el mero ahorro de gasto público sino que apunta a desarmar progresivamente el carácter social de los padecimientos de salud. Esta política es la negación de que se deben encarar socialmente las problemáticas y dar respuestas desde lo público. En este sentido la ofensiva forma parte de la batalla cultural que el gobierno de Milei busca dar, reenviando las necesidades sociales a la esfera privada. Esto recae o bien en un reforzamiento de los negocios empresarios, o bien (y en la mayoría de los casos) en la sobrecarga de las tareas de cuidados asumidas en el ámbito doméstico por mujeres.

Asimismo el golpe implica destruir los esfuerzos que desde les trabajadrxs se vienen haciendo para generar otras lógicas de construcción de lo público, lógicas comunitarias, participativas, que alojen los padecimientos, que apunten a modificar las causas sociales que los generan. Estas lógicas son contrarias a la voracidad del mercado que pretende hacer de los padecimientos un negocio y convalidar mecanismos crueles y burocráticos para el acceso a la salud.

Desde el Frente por el Poder Popular Vientos del Pueblo sostenemos que es necesario resistir esta ofensiva como lo venimos haciendo: ocupando espacios, tomando lo público en nuestras manos, en unidad entre trabajadorxs, usuarios y organizaciones sociales y apostando a los espacios de democracia directa y participativa. Si la estrategia es dispersarnos y aislarnos, nuestra política tiene que ser inversa, actuar en colectivo, enfrentar de manera comunitaria y multisectorial las consecuencias de este ataque.

Sin trabajadorxs no hay políticas de cuidado

La salud no puede ser lujo.

No al vaciamiento de los Hospitales Nacionales.

Defendamos la salud pública y su carácter popular y participativo.